chichi

Después de muchas dificultades salimos rumbo al mar. Una excursión privada un sitio de buceo interesante. Salimos a las 9 de la mañana rumbo a La Guaria, a la costa del estado Vargas, cerca de aeropuerto Internacional de Maiquetía, al llegar ahí uno se desvía rumbo hacia Chichiriviche. Hay que pasar por unas zonas sumamente pobladas e industriales, al principio no es una excursión que llame mucho la atención, no hay un gran paisaje, no hay una costa solitaria y azul, es al contrario, muy urbano, muy pobre y muy industrial.

Después de esta zona casa al llegar a Oricao todo cambia, ya te sientes en el caribe, es un primer pueblo interesante, el agua se torna azul profundo, no con los todos de arrecife coralino, pero si con un azul que refleja la pureza del agua y la profundidad de la costa. Desde ahí el camino empeora, haciéndose necesario un vehículo de alto, un rústico como le dicen en Venezuela, no necesariamente un vehículo de doble transmisión, tal vez en época lluviosa si. El camino es estrecho y serpentea sobre unas colinas y farallones que dan al mar azul. La vegetación es pequeña, arbustiva y a ratos xerófita. Imagen un poco contraría a la idea normalmente preconcebida de las inmensas selvas pluviales Venezolana, en esta zona es muy seco y más al oeste llega hasta las dunas del Parque Nacional de los Medanos del Coró. Pero eso es muchos kilómetros al oeste. Aquí estamos a dos horas apenas de Caracas.

Chichiriviche de la Costa es pequeño, casi desierto durante la semana, solo vive de los visitantes del fin de semana, que suelen ser muchos, por lo que se les recomienda tratar de llegar temprano al pueblo si desean conseguir estacionamiento. En el pueblo existen dos operadoras de buceo y están en planes de abrir una tercera. Yo utilicé una llamada Technosub, lo cuales tienen interesantes instalaciones, unos cuartos para los estudiantes, aire acondicionado, y buen equipo para alquilar. Existe un clima de relajación y los preciosos son accesibles.

El buceo es desde la costa, la entrada es suave, sin olas, la temperatura del agua es agradable unos 26ºC. La primera inmersión que realizamos nadamos hasta la punta del margen derecho de la pequeña bahía de Chichiriviche. En este punto ya se sentía un poco más fuerte el oleaje y nadar en la superficie se complicaba un poco, pero nada extremo, ni desagradable. El descensos es fácil y te puede orientar ya que tiene una pared de roca a un lado, lo cual permite saber bien a que estamos descendiendo. La vida marina es caribeña, no muy diferente a lo que encuentras en Roatán, Honduras, es abundante, con pocas formaciones coralinas, tal vez lo más interesante de este buceo sean las rocas que dan refugio a una muchas morenas. Podemos encontrar caballitos de mar, pez obispo, pez aguja, algún que otro mero, así como varias especies de pargos, algunas lisas y pez loro.

A más o menos 100 pies de profundidad hay un cristo que sorprende un poco, es pequeño, pero si entras de lado adecuado, puede ser sorprendente. No hay mayores atractivos en la zona, solo que parece ser propicia como introducción al buceo, o para hacer buceo técnico, ya que la pared baja muchos metros y se pueden ir explorando otro tipo de actividades en la zona.

El segundo buceo fue un poco más de lo mismo, siempre con la emoción de entrar a otro lado y poder tratar de encontrar más especies. Pero poco distinto a la experiencia de haber buceando ahí ya una vez antes. El viaje de regreso es cómodo y cercano, parece ser una muy buena alternativa para bucear estando en Caracas. Hay otras playas cercanas donde se puede bucear y poden organizarse pequeñas expediciones que permitan bucear en estos lugares o ya adentrándose a la costa del Parque Nacional Henry Pittier.

Es una experiencia altamente recomendable, aunque el camino de entrada decepciona un poco entre más se avanza mejor la experiencia. Claro que si se tiene la oportunidad de bucear en Farallón Centinela, La Cienaga o en Los Roques, no duden en hacerlo, pero si solo tienen un día libre y lo quieren aprovechar, Chichiriviche de la Costa es su mejor opción.