Archive for noviembre, 2018


Esta es la primera entrega de cuatro artículos de una discusión teórica sobre la conservación y la planificación. En esta primer entrega desarrollaremos el tema de la conservación y su evolución histórica para tener un marco de referencia para. Luego nos plantearemos los tres aproximaciones a la conservación más importantes de la actualidad: la biología de la conservación, la ecología de la conservación y las áreas naturales protegidas (o una aproximación desde el paisaje). En todos trataremos transversalmente la planificación como herramienta que nos permite llegar hacia procesos sustentables y conservacionistas, cuando es aplicada de manera correcta. 

Planificación y Conservación

De los más de cien años de teoría y práctica de la conservación, se ha evoluciona de una  estrategia pensada originalmente para preservar recursos naturales (Callicott, 1990) a las intensas preocupaciones para conservar la biodiversidad en todas sus facetas, incluyendo  diversidad genética de la  especie y la diversidad de la estructura y función del ecosistema (Redford y  Richter, 1999). Esta evolución  ha sido producida  por los descubrimientos del siglo XX, que han revelado la extensa diversidad de especies, así como el intrincadas y sutiles maneras cómo los organismos interactúan entre sí y con los seres del humanos y el horror de ver la pérdida masiva de biodiversidad por el odio y avaricia humana (Ehrlich y Ehrlich, 1981; Mann y Plumer, 1995). Al final del siglo XX,  el nuevo paradigma de la conservación de la biodiversidad había sido escrito, y este incluía las perspectivas  genéticas, ecosistemas y del paisaje. 

Simultáneamente con el incremento en el énfasis de todos los componentes de la biodiversidad, ha habido un incremento, en la escala del trabajo de conservación, típicamente por mecanismos que enfaticen entidades y no poblaciones o especies como el centro de los esfuerzos de conservación (Noss, 1991; Salwasser, 1991). Organizaciones de conservación internacionales, gubernamentales y no gubernamentales han cambiado su aproximación para centrarse mayormente en estrategias de macroescala, regional o global y estas son basadas en la conservación de entidades supra organísmicas: “hotspots”  de alta diversidad de especies (Myers et al. 2000), ecorregiones con importancia global (Olson y Dinerstein, 1998), áreas con especies endémicas (Slattersfield  et al. 1998) y redes continentales (Soulé y Terborgh, 1999). Estos aproximaciones buscan la conservación de los procesos ecosistémicos y la diversidad dehábitat a pesar del poco conocimiento que exista de la diversidad biológica y de los complejos factores que la mantienen (Hunter 1991; Franklin, 1993). En resumen, ellos buscan la conservación del todo ante la imposibilidad de conocer todas sus partes.

Pero la partes son importantes también. Un ejemplo pueden ser los pumas o monos área en El Salvador. El puma tiene mucho que enseñarnos acerca de la conservación de una especie cuando su distribución esta restringida a unas pocos lugares. Las repercusión de las medidas de conservación del puma tienen un aplicación más allá de su limitada distribución, ya que se tiene que pensar en distintas escalas y distintas aproximaciones para tratar de conservar a esta especie. 

En la conservación uno de los grandes dilemas es la escala. Se ha planteado que el enfoque a escala de ecosistema es la única manera de conservar la biodiversidad (Franklin, 1993). Además de la conservación a escala de paisaje nos puede garantizar la conservación de esta diversidad ecológica, así como puede integrar los distintos ecosistemas, con matrices urbanas y de desarrollo clásico. Aunque en general, la alternativa de la conservación en la escala de las especies es la más utilizada.

Otra gran estrategia de conservación es la centrada en la conservación de espacios naturales protegidos (visión de paisaje). La conservación a escala de paisaje es la primera aproximación que hubo, esto se ve reflejado en la creación de espacios naturales protegidos en Francia y Estados Unidos a finales del siglo XIX, (Galhano, 2001a). Las razones para la conservación de espacios han sido muy diversas desde la cacería, hasta la preservación paisajes emblemáticos. Solo es a partir de la conferencia de Río de Janeiro en 1992 es que  se comienza a plantear, como una estrategia de conservación y de desarrollo. 

La concepción de espacio natural protegido es muy variable dependiendo de las políticas de cada país o región, también es variable su grado de protección  (UICN y EUROPARC, 1999). Existe también dudas sobre si la conservación a escala del territorio es el modelo adecuado para garantizar la conservación de la biodiversidad, ya que este modelo muchas veces pierde el grado fino y las medidas no llegan donde deberían de llegar (Montes del Olmo, 2003). Aunque la ventaja de este modelo es que puede integrar los diversos usos que se le dan a un territorio y eso nos plantea un desarrollo sostenible de la zona, lo cualdebiera de garantizar la conservación de las especies. 

Dentro de estas buscadas de desarrollo más viable tenemos la muy distinta visión de Galhano (2001b), donde su enfoque de un mundo perfecto, es muchas veces difícil de integrar a las prácticas actuales de agricultura y de gestión del territorio. Al plantearnos cosas tan evidentes como que el hecho de cuales son las sociedades donde existe una biodiversidad total y tratar de imitar estos modelos en los casos que esta convivencia se allá mantenido. La diversidad total no  significa el estado donde hay más especies distintas, tampoco significa ecosistemas donde hay depredadores, sino que significa ecosistemas-sociedades donde hay depredadores y el ser humano. Esta biodiversidad total es muy difícil de observar ya que normalmente el ser humano y sobre todo el occidental ha excluido a los grandes depredadores quedando aislados los depredadores a zonas donde casi no hay intervención humana. Para el caso de Europa casi en ningún lugar. En este mundo ideal, se controla las poblaciones de grandes herbívoros, ya que el ciclo normal de depredador presa se restablece, volviendo fuerte y menos propensas a las enfermedades a estas poblaciones, además de otro gran número de beneficios asociados a esto.

Entonces, que es lo que nos enseñan estas sociedades que viven en diversidad total. Que existen una serie de técnicas positivas de convivencia entre humanos y grandes depredadores. Estas sencillas técnicas, comportamientos etológicos, que  pueden variar desde tipos distintos de vocalizaciones hasta comportamientos de su sistema productivo. Siendo las técnicas de casa el “input” más directo. Aunque no todas las sociedades que viven en diversidad total son un modelo a seguir, por ejemplo la sociedad del parque natural Montesinho, en el nordeste  de Portugal (Galhano, 2001b), existen una serie de percepciones sobre el lobo y la naturaleza en general, que explican en parte el desbalance ecológico que existe en la zona, con un numero muy bajo de depredadores y unos crecientes problemas relacionados con un exceso de herbívoros salvajes. Aunque ha habido un cambio de pensamiento en la zona, todavía existen una serie de problemas asociados a estas percepciones. En cambio en sociedades como los Sariska de la india, donde conviven con el tigre de bengala, existen características asociadas a su percepción de la naturaleza y del tigre que hacen que los sistemas productivos, tengan en consideración las especies silvestres. Tienen una clara visión de cuales son los peligros reales de la selva, además de tener una visión sistémica, y que existan una serie de valores psicológicos y mítico-religiosos. Esto produce que bien aunque en esta sociedad no halla una homeostasis total, si sea una plenamente satisfactoria. 

Entonces cual es la función de los espacios naturales protegidas en esta visión del mundo ideal. Pues bien como se desde cualquier punto de vista son un taller de preparación al mejor mundo posible. Son lugares concretos donde se puede practicar este mundo ideal, siendo luego polos de expansión de experiencias. Así por ejemplo, la conservación del puma en el Parque Nacional Montecrito debería de servir para expandirse a todo el municipio de Metapán. Así luego cambiando la percepción y la relación de unidireccional que existe en estos momentos. Existe una continua demanda de bienes y servicios de los espacios naturales, y casi todas las medidas de conservación van de afuera hacia adentro. Teniendo así una serie de “entradas”, pero rara vez se evalúa que es lo que sale del espacio natural, si el espacio natural es un ejemplo de cómo las sociedades tienen que convivir en esta biodiversidad total, entonces una de sus principales funciones a de ser, enseñar a esta gente que llega, cuales son los mecanismos para que funcione esta relación. Si este es el caso una necesidad fundamental en los espacios protegidos será que existan grandes depredadores y seres humanos conviviendo en los espacios naturales protegidos, para así poder aprehender ese ultra valor.

Rodrigo Samayoa Valiente es un profesional en sostenibilidad empresarial. Consultor/Speaker en Sostenibilidad ambiental y Gobernanza corporativa. Puedes encontrar más información de este tema en http://samayoavaliente.com/

Trabajar con niños y niñas es una alegría, ver la ilusión en sus ojos, la pasión por el descubrimiento. Hace unas semanas tuve la oportunidad de dar una charla a niños y niñas de cinco años en el colegio Highlands. Más que una charla compartimos media hora de juegos, hablando de tortugas terrestres y acuáticas. Hablando de las especies de tortugas, de como tiene que ser su cuido, de que tenemos que hacer para cuidar nuestros océanos y del maravillo viaje de las tortugas marinas. 

Niños y Tortugas

Es un privilegio trabajar con niños y niñas. Agradezco a FUNZEL y CALLOTL por ser parte de esta experiencia y ayudarme a jugar. 


Rodrigo Samayoa Valiente es un profesional en sostenibilidad empresarial. Consultor/Speaker en Sostenibilidad ambiental y Gobernanza corporativa. Puedes encontrar más información de este tema en http://samayoavaliente.com/

Publicado en El Diario de Hoy 19 de Noviembre de 2018

El 9 de noviembre tuve la oportunidad de participar en la cumbre de liderazgo e innovación para la sostenibilidad, organizada por Viva Idea, esta tanque de pensamiento es parte del legado de Stephan Schmidheiny, un empresario y filántropo suizo que ha promovido el desarrollo sostenible en América Latina a través de la fundación de varias ONG: Fundes, Avina, MarViva, VivaTrust y VIVA Idea.

Esta oportunidad me ha hecho reflexionar en cómo hemos evolucionado en el mundo, desde la cumbre de Río de 1992 a la actualidad. La tarea sigue siendo enorme, pero también tenemos motivos para ser positivos. Schmidheiny fue uno de esos visionarios que impulsaron la realización de dicha cumbre, pero no porque fuera un ambientalista, que lo es, sino porque lo vio como una oportunidad empresarial, como el dueño de una de las empresas más grandes del mundo en el sector de materiales de construcción.

El informe Brundtland, en 1997, es la primera vez que se utiliza el termino desarrollo sostenible y es en la cumbre de la Tierra (Río, 1992) donde se plasma el primer gran compromiso mundial por su implementación. Ahora ya a más de 25 años de ese compromiso, hemos caído en la conclusión que solo con herramientas de formación empresarial podremos enrumbar este paradigma perdido. Los acuerdos mundiales no han logrado traer los grandes consensos necesarios para implementar lo el cambio de rumbo.

Los acuerdos de Paris, están en la cuerda floja, solo se logró por la gestión de Emmanuel Macróny el consenso entre Barack Obama y Xi Jinping. Cuando uno de estos tres actores cambió el acuerdo se ha puesto en la cuerda floja. Nuevamente ha puesto a la humanidad en peligro.

El planeta no está en crisis, está en crisis la existencia de la humanidad y la vida silvestre que conocemos. El planeta logrará subsistir aunque ya no exista la humanidad. Entonces estos consensos, este nuevo rumbo que buscamos no es para “salvar el planeta” es para salvarnos a nosotros. Dicho esto, las más grandes reflexiones que hemos compartido durante esta cumbre es la urgente necesidad de la intervención empresarial en esta solución. Hablamos de muchos casos de éxitos empresariales, donde han alineado los objetivos económicos de las empresas a los objetivos de sostenibilidad y esta receta está trayendo nuevos y muy interesantes negocios.

Para hacer está innovación disruptiva, las empresas tienen que asimilar en su ADN la sostenibilidad, no se trata de hacer sus productos un poco más verdes, se trata de crear empresas con propósito, se trata de hacer una revolución en la forma en que se hacen y entienden los negocios; grandes gigantes como Unilever, Chipotle, Nike, Ikea, Toyota, Tesla y otros más son empresas que sus emprendimientos sostenibles se han convertido en negocios billonarios (si con “b”). Este es el camino, no hay nada que nos impida que en Latinoamérica surja la nueva empresa billonaria.

Este es el mensaje de la cumbre, este es el cambio de rumbo que estamos tratando de construir, estamos en un momento de inflexión en donde nuestros negocios y nuestra propia supervivencia están en juego. Es hora de ver quiénes son las empresas que se atreverán a seguir este nuevo camino de innovación para la sostenibilidad. Y está en los gobiernos entender que es una de sus funciones primordiales ayudar en transformar la industria y regular la empresa, en buscar la innovación que pueda desencadenar el desarrollo económico. ¿Nos sumamos todos en hacer desarrollo sostenible?


Rodrigo Samayoa Valiente es un profesional en sostenibilidad empresarial. Consultor/Speaker en Sostenibilidad ambiental y Gobernanza corporativa. Puedes encontrar más información de este tema en http://samayoavaliente.com/

El desarrollo sostenible es un balance entre la urbe y la naturaleza salvaje en su estado más puro. Y como estados interactúan entre los distintos escenarios del planeta. Haciendo un esfuerzo de abstracción podemos hablar de siete grandes escenarios o paisajes del planeta. Todos se mueven entre un eje que va desde el wilderness (Naturaleza Salvaje en su estado puro) a la gran urbe.

Desarrollo Sostenible

Cuando hablamos de wilderness no nos referimos necesariamente a un bosque, sino al punto más natural de un paisaje, puede ser un desierto, un océano o la selva, nos referimos a aquellas áreas donde no tenemos nada o casi nada de interacción con el ser humano. Es necesario preservar estas áreas, porque normalmente son fuente de biodiversidad y son ejemplos del planeta sin interacción humana. Estas áreas las deberíamos de considerar áreas núcleo donde no debería darse ningún uso.

Después de estas zonas tenemos las áreas protegidas, que son sitios casi igual a los anteriores, pero que tiene fines recreativos y educativos, son áreas donde la interacción con el ser humano es necesaria para que este regrese y se reconecte con la naturaleza. Tenemos muchos parque nacionales en el mundo que cumplen esta funcionan. Alrededor de estas tenemos las zonas de reserva o buffer zones más uso, agricultura sostenible, extracción controlada, siempre y cuando se resguarden los principios ecológicos necesarios para su sostenibilidad. En esta escenario vemos las mejores prácticas de la humanidad para tratar que el uso extractivo (siguen escenario) sea menos intenso. Pero la duda subsiste si estas prácticas agrícolas sostenibles, son suficientes para alimentar a la humanidad.

Acercándonos a la urbe están una de los escenarios más importantes, los de uso extractivo (agrícola y minero). Estas zonas nos las que alimentan a la humanidad, tanto de comida como tal, pero también de todas las materias primas que necesitan. Luego tenemos el mundo rural, esto grupos o pequeños asentamientos humanos que normalmente trabajan y viven de las zonas extractivas. En este mundo por supuesto hay que incluir las zonas costero-marinas donde habitan los recolectores primarios (pescadores). Luego tenemos el mundo suburbano, que todo aquello que gira alrededor de las ciudades que son fuente de alimento, personas o industria, según sea la necesidad. Y por último el logro por excelencia de la humanidad la Urbe. Es aquí donde se desarrollan la mayor cantidad de interacciones artificiales (originadas por la humanidad).

La sostenibilidad es encontrar este balance entre los siete escenarios del planeta. Hacemos esfuerzos por naturalizar la urbe (huertos caseros, jardines, entre otros) e impactamos la naturaleza en su estado puro con extractos de artificialidad. Solo si conseguimos que las interacciones sean en sentido positivo lograremos que siga existiendo esta nuestra casa común.

Y en nuestro país tenemos todos estos escenarios y tenemos todas estas intersecciones, ¿será que es posible lograr que caminemos más hacia la sostenibilidad? ¿Será que podemos lograr que las metas de desarrollo integren esta visión? ¿O será que la mezquindad, la falta de visión y el inmediatismo nos seguirán comiendo el mandado?

Rodrigo Samayoa Valiente es un profesional en sostenibilidad empresarial. Consultor/Speaker en Sostenibilidad ambiental y Gobernanza corporativa. Puedes encontrar más información de este tema en http://samayoavaliente.com/

Publicado originalmente en El Diario de Hoy 20 de octubre de 2018

Aun cuando cada vez más empresas se suman a la tendencia de implementar más y más prácticas responsables en respuesta a las necesidades de sus stakeholders, hay muchos que creen que son soluciones parciales y frecuentemente se les da el estigma que son una ilusión, que es un “greenwash”, una pantomima para dar la apariencia de responsabilidad.

Pero hay un cambio de paradigma, durante el Congreso de ciencia y sostenibilidad de Copenhague (2016) el presidente del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por sus siglas en inglés) dijo que hoy las empresas van más allá de la RSE, buscan incorporar la sostenibilidad como parte integral de sus actividades, bajo el principio de que ninguna empresa puede ser exitosa sin que se desarrolle su comunidad.

La WBCSD representa a las 200 corporaciones más grandes del planeta; por tanto, la conclusión que hace Peter Bakker (Presidente de la WBCSD) es sumamente potente, ya que exige al resto de empresas atender los costes reales de las personas, la sociedad y el planeta, como verdadero motor del desarrollo empresarial. También es un llamado a integrar estas prácticas en toda la cadena de valor de las empresas, los proveedores de estas corporaciones tendrán también que estar listos para este cambio de paradigma.

Déjeme ser completamente claro: la RSE es positiva y ha sido un gran avance, pero apenas toca la superficie. Para generar un impacto real en un mundo tan complejo es necesario una aproximación distinta. En 2016, la Universidad Técnica de Dinamarca revisó 40,000 informes de RSE solo en un 5 % se hacía referencia a capacidad de carga del planeta. La verdad es que estamos claros que no vivimos dentro de los límites planetarios, actualmente se necesitan 1.5 planetas para cubrir estas necesidades de todos sus habitantes, esto genera una mayor desigualdad, se genera un desequilibrio que con solo RSE no podremos abordar. Aunque cada día se sumen más empresas a prácticas de RSE todavía los indicadores mundiales nos reflejan que no estamos teniendo un impacto significativo, por tanto no estamos logrando el desarrollo de nuestras comunidades y por tanto estamos limitando el potencial desarrollo empresarial.

Partamos de otro hecho, Milton Friedman decía que “la responsabilidad social de las negocios era incrementar sus ganancias”, en sentido estricto tiene razón, pero Richard Thaler nos ofrece una perspectiva más amplia en su libro “Nudge”, Friedman estaría en lo correcto si nos basamos en que todas las personas hacen decisiones perfectas, esto significaría con toda la información necesaria, esto nunca ocurre. Friedman no anticipó la preferencia del consumidor por productos éticos o verdes, solo evaluó el incremento de los gastos para las corporaciones asociados a la responsabilidad social.

Los humanos, desde una perspectiva económica, no tomamos decisiones racionales, tenemos nuestras propias experiencias, restricciones y prejuicios. Esto abre una inmensa oportunidad para tomar decisiones en el entorno empresarial basadas en la sostenibilidad de los productos, ya que al final el desarrollo colectivo producirá mayores utilidades para la empresa.

Si aceptamos que tenemos que ir más allá de las mejoras incrementales simples y que necesitamos realmente transformar lo que hacemos en apoyo de un futuro verdaderamente sostenible, entonces tenemos que ir mucho más lejos. La integración de la sostenibilidad en el corazón de los negocios, en un contexto de alta volatilidad, requiere estrategias mucho más dinámicas, una innovación disruptiva.

Rodrigo Samayoa Valiente es un profesional en sostenibilidad empresarial. Consultor/Speaker en Sostenibilidad ambiental y Gobernanza corporativa. Puedes encontrar más información de este tema en http://samayoavaliente.com/

La veda hace agua

Sea turtles El Salvador

Sea turtles El Salvador

Publicado el 18 de agosto de 2014 en El Diario de Hoy

Hay peligro real que todo el esfuerzo que el país ha hecho se venga al traste. No quiero ser fatalista pero el proceso de conservación de tortugas marinas está en una fase crítica. La veda total y permanente del consumo de huevos de tortuga ya tiene cinco años y durante estos cinco primeros años contó con decidido apoyo de USAID; ahora los salvadoreños estamos solos y llegó la hora de demostrar que el cambio es irreversible.

Un estudio hace cinco años hablaba que más del 90 % de los salvadoreños pensaba que estaba bien comer huevos de tortuga, cinco años después encontramos sólo 4 % que dice que come huevos de tortuga y un 26 % que dice que comería si tuviera la oportunidad. Hemos cambiado de un 90 % a un 30 % de consumidores potenciales en sólo cinco años, es un cambio histórico en el país. Es un ejemplo que los salvadoreños cuando queremos podemos.

La estrategia fue, por un lado, concientizar a todos los salvadoreños que “Yo no como huevos de tortuga”, era el camino a seguir. Y lo logramos, sólo un 30 % de potenciales depredadores quedan. Por el otro lado había que trabajar con los medios de vida de las comunidades costeras. Para esto se estructuraron viveros en donde se da una compensación de dos dólares por docena recibida. De esta manera los tortugueros podían seguir obteniendo algún ingreso, mientras el peso de la ley caía fuerte sobre los que no cumplen la normativa.

Ahora los corrales siguen funcionando, con el aporte de la empresa privada salvadoreña y de algunas alcaldías visionarias; el Fondo Iniciativa para las Américas también apoya. La campaña para ser “Uno más que no como huevos de tortuga” sigue viva. Pero hay grave peligro que se pierda lo ganado.

La veda hace agua, se cuelan los saqueadores de tortugas, playas como San Diego, la Zunganera o La Puntilla se han convertido en lugar donde abundan los saqueadores; los tortugueros concientizados los combaten en las playas pero sin más apoyo no lo van a lograr. Los restaurantes parece que ya han perdido el miedo a las sanciones: en el Mercado Central, en el mercadito de Merliot, enfrente a la gasolinera del puerto de La Libertad, en los restaurantes flotantes de la Puntilla y muchos otros lugares han regresado al menú los huevos de tortuga.

Estamos en un punto débil, necesitamos acciones urgentes y recursos para poder seguir con el proceso. Pero sobre todo una fuerte aplicación de la ley. Necesitamos la denuncia social, es importante tomar fotos de restaurantes o personas que trafican, necesitamos que estas lleguen a la Fiscalía y que se procese a todos estos pequeños delincuentes.

El Salvador cambió, es un nuevo país, no podemos dar un paso atrás. También por eso de una vez por todas firmemos la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas, sólo nosotros y un par de países no somos firmantes y tenemos un ejemplar programa de conservación, urge ser parte y urge garantizar que el programa continúe.

*Director Ejecutivo FUNZEL.

Rodrigo Samayoa Valiente es un profesional en sostenibilidad empresarial. Consultor/Speaker en Sostenibilidad ambiental y Gobernanza corporativa. http://www.samayoavaliente.com

El Salvador es un país con 21 mil kilómetros cuadrados, con una línea costera de 321 kilómetros, sí tomamos la definición de franja costera de 20 kilómetros al interior de la dicha línea, entonces un tercio del país es costa y sí le agregamos la extensión de mar, según la definición en el artículo 84 de la Constitución, que son hasta las 200 millas náuticas desde la línea de marea más baja. Eso hace unos 100 mil kilómetros cuadrados de océano salvadoreño. Conclusión, El Salvador es más mar y costa que tierra firme.
En tierra firme nos cansamos de convivir con la miseria. De convivir con la gañanería política. Son innumerables las historias de pequeños truhanes que se aprovechan de su pequeño círculo de poder para tratar de llevarse algunos pesos de más. «Ponete vivo que si no el otro se lo lleva», parece ser la frase insignia de muchos salvadoreños. Comprensible por el hacinamiento en que vivimos, pero inadmisible como sociedad. Convivimos en infierno legal entorno al derecho sobre las tierras, sino pregunten a cualquier dueño de una pequeña parcela o gran finca si no ha tenido problemas. 

 

En tierra firme abundan quienes tratan de mover un cerco para que su casa de playa tenga jardín más grande o por la necesidad de cultivar unos metros más de milpa. No quiero hacer un juicio de valor sobre sí en un caso está bien y en el otro no, el asunto es que no hay seguridad jurídica. Y eso sólo por poner unos cuantos ejemplos, ¿y si miramos al mar?
En el mar de nuestro país sucede de todo. Está en el olvido, nuestra ciudades, nuestras preocupaciones y nuestro diario vivir sucede de espaldas al mar. Tiramos la basura a los ríos y quebradas que van a parar al mar; utilizamos plaguicidas, fertilizantes y madurantes que van a parar al mar; dejamos que pasen narcolanchas; nuestra fuerza naval no tiene gasolina para mover sus botes; dejamos pescar a la flota camaronera en las tres millas náuticas que están prohibidas por ley; dejamos que se aletee tiburón; dejamos que exista piratería, cuántos no han sido robados mar adentro; dejamos que nuestros pescadores sean parte del circuito de narcomenudeo; permitimos que delfines y tortugas mueran por barcos que pescan con redes de arrastre; permitimos que se pesque hasta el agotamiento de nuestros recursos; permitimos que se pesque langosta de tallas que no han llegado a la edad reproductiva; permitimos que se arponee sin control (delfines, meros, etc.); permitimos que se pesque con dinamita; permitimos que se pesquen tiburones bebés; permitimos que en Acajutla los barcos descarguen las aguas de lastre sin ningún control e investigación; permitimos la pesca con palangre y centenares de tiburones, tortugas y delfines quedan enganchados con anzuelos hasta que mueren y le decimos pesca incidental; permitimos que barcos con bandera taiwanesa aleteen tiburón en nuestras mares; permitimos que ciudades hagan sus descargas de aguas negras en el mar sin tratamiento alguno, y cuantas cosas más que no nos enteramos.
El problema de nuestro mar es grave, ahí van a parar todos los desechos de la tierra, ese maravilloso océano que tenemos frente a nuestras costas merece respeto y admiración; ese recurso tan valioso que lo hemos tenido a nuestras espaldas merece mucho trabajo para protegerlo. Este no es un llamado solamente conservacionista, es una necesidad para comenzar de una vez por todas a ordenar El Salvador; a utilizar las maravillas que tenemos en una forma positiva y solventar nuestros problemas y porque esta vez no lo hacemos… ¡desde el mar hasta el Pital!
Rodrigo Samayoa Valiente es un profesional del desarrollo de las sostenibilidad empresarial y consultor/speaker sobre sotenibilidad ambietnal y gobernanza corporativa.
Más información en:

Cumbre sostenibilidadLa Cumbre Liderazgo e Innovación para la Sostenibilidad (LIS): Cambiar el Rumbo, reunirá a líderes de Latinoamérica con representantes de algunas de las más importantes organizaciones de la región para refrescar la idea de que es necesario cambiar el rumbo pues, pese a los avances importantes que se han dado, la sostenibilidad sigue siendo un sueño no alcanzado, una visión que aún no cuenta con los niveles de apoyo y compromiso que nuestras sociedades y nuestro planeta requieren.

Ver más información en https://www.cumbrelis.org/